Círculo de mujeres el lunes 31 de octubre de 18h a 21h.
Érase una vez un mundo en el que los seres humanos vivian conectados a los ciclos de la tierra. Su legado, lo encontramos hoy en las tradiciones paganas y en las chamanicas de hoy en día.
En estas tierras la tradición celta vivio su esplendor desarrollando una rica cultura que honraba a la madre tierra y sus ciclos de vida-muerte- vida, como Diosa, como Gran Madre.
Lejos de querer idealizar una época que realmente no sabemos cómo fue, ni entrar en cuestiones religiosas, por que no abrirnos a la sabiduría profunda que destila esta forma de entender la vida y que puede ser de enorme valor y apoyo para poder orientarnos en estos tiempos distopicos.
Vivir enraizadas (ligadas a la madre Tierra) nos conecta con nuestra esencia humana más genuina, con nuestra energía sexual, con un conciencia de Union con algo más grande que nuestros pequeños yo es, que al vivirse en separación nos llevan a un sufrimiento constante.
Enraizar nos a la tierra nos ayuda a conectar con las verdades más íntimas de la existencia y a vivir en función de necesidades más orgánicas y sencillas. Conectar con el auténtico disfrute, tan lejos del paraíso ficticio que nos propone el ego y el sistema en el que vivimos para sentir una migaja de bienestar pasajero, en el mejor de los casos.
Nuestra propuesta para este círculo es un recordar. Es reunirnos para festejar la vida, si, pero sobre todo para encender y mantener viva la conciencia de que somos hijas de la tierra, que somos carne de su carne y que formamos parte de un todo que nuestra mente pequeña no entiende, pero que reconocemos cuando entramos en contacto con nuestras profundidades.
Nos juntamos en círculo para conectar con lo femenino, lo concavo, lo interno, lo inefable. Nos juntamos para celebrar nuestros cuerpos, que son los cuerpos de la madre. Dignos, perfectos y fecundos.
Nos juntamos para tejernos, para no olvidar nuestra esencia más humana, el vínculo.
Esta es una propuesta para reconocer nuestros ciclos en relación a los ciclos de la tierra y los ciclos misteriosos de la vida.
Y para destilar esa sabiduria profunda que todas albergamos cuando nos alineamos con la madre tierra y con lo femenino en nosotras.
Este es un espacio para el encuentro, para conectar con la magia y también para dejar que la bruji de cada una de nosotras juegue y se divierta en buena compañia.